Un estudio encuentra que una mutación en la proteína de pico de la COVID-19 puede hacer que el virus sea hasta ocho veces más infeccioso que la cepa original.
El estudio, desarrollado por los investigadores de la Universidad de Nueva York (Estados Unidos), el Centro del Genoma de Nueva York y el centro médico Mount Sinai, se centra en la mutación D614G, detectada en todas las variantes del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, halladas en el Reino Unido, Sudáfrica y Brasil, que actualmente afectan a países de todo el mundo, según ha publicado la revista eLife.
“Confirmar que la mutación conduce a una mayor transmisibilidad puede ayudar a explicar, en parte, por qué el virus se propagó tan rápidamente durante el año pasado”, ha afirmado Neville Sanjana, profesor asistente de Biología de la NYU, quien ha agregado que la mutación ha llegado a ser de “casi universal prevalencia” entre las variantes del coronavirus que se extienden por el orbe.
Los científicos de Mount Sinai inyectaron un virus con la mutación D614G en células de pulmón, hígado y colon humanos y lo compararon con células de la cepa original detectada en la ciudad china de Wuhan al comienzo de la pandemia en 2019.
Detectaron que la variante D614G aumentaba la transmisibilidad del virus hasta ocho veces en comparación con el virus original. Los investigadores también descubrieron que la mutación de la proteína de pico hizo que el virus se volviera más resistente a ser escindido o dividido por otras proteínas.
Aún no está claro, si esta variante y su rápida propagación tienen un impacto clínico en la progresión de la COVID-19, ya que algunos expertos opinan que no está relacionada con una enfermedad u hospitalización más grave.
De acuerdo con el equipo investigador, estos hallazgos pueden influir en el desarrollo de las vacunas contra el coronavirus, que en futuro podrían incluir diversas formas de proteína de pico de las diferentes cepas circulantes.
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