Las sesiones de trabajo de la décimoquinta Reunión Internacional sobre Siria dentro del formato de Astaná iniciaron este martes en la ciudad rusa de Sochi, a orillas del Mar Negro.
LEA TAMBIÉN:
Sistemas de defensa antiaérea de Siria repelen ataque de Israel
El enviado ruso para Siria, Alexandr Lavrentiev, declaró a los medios que al encuentro asisten delegaciones de Rusia, Turquía e Irán (países garantes), así como el Gobierno y la oposición de Siria.
La representación del Gobierno sirio está encabezada por el Ministro Asistente de Exteriores y Expatriados, Ayman Susan.
A la cita, enfocada en el logro de una solución política a la crisis siria y el retorno de los refugiados, también llegó la delegación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), encabezada por el enviado especial del Secretario General, Geir Pedersen.
La llamada coalición internacional liderada por Estados Unidos, para la supuesta lucha contra el DAESH en Siria, planea establecer una ilegal base en el triángulo fronterizo entre Siria, Irak y Turquía para continuar el robo del crudo del pais arabe @telesurtvnet @teleSURtv pic.twitter.com/QD17APgiy1
— Hisham Wannous (@HishamteleSUR)
February 16, 2021
Por una parte, Estados Unidos (EE.UU.) rechazó la invitación a participar. “Los estadounidenses están ocupados con los asuntos internos y, aparentemente, aún no han determinado su política hacia Siria”, acotó el diplomático ruso.
La primera parte del encuentro durará dos días y comprende conversaciones bilaterales y multilaterales a puertas cerradas.
Para este jueves 18 de febrero, día en que tendrá lugar la sesión plenaria de clausura, se prevé un encuentro entre el canciller de Rusia, Serguéi Lavrov, y el representante de la ONU, Pedersen.
Entre otros temas, se abordará la tensa situación en la zona de desescalada en Idlib al noroeste de Siria, donde continúan los crímenes de la agrupación terrorista Frente Al-Nusra.
Desde 2011, Siria hace frente a un conflicto en que las fuerzas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y a organizaciones terroristas, los cuales han contado con apoyo de EE.UU. y otras naciones.
La solución del conflicto se busca en dos plataformas, la de Ginebra, bajo los auspicios de la ONU, y la de Astaná (antiguo nombre de la capital kazaja, hoy Nursultán), copatrocinada por Rusia, Turquía e Irán.
