El premier israelí agiliza los asentamientos ilegales en Cisjordania para “dejar un hecho consumado” antes de que Trump deje el poder, dice un experto.
Un informe revela que el ministerio de guerra de Israel sopesa aprobar en breve la construcción de unas 850 unidades residenciales ilegales en sus asentamientos en los territorios ocupados de Palestina.
De acuerdo con el Ministerio palestino de Asuntos Exteriores, el régimen israelí, en el marco de su ilegal política expansionista sobre la ocupada Cisjordania, pretende acelerar los asentamientos antes de que el presidente saliente de EE.UU., Donald Trump, abandone la Casa Blanca, el próximo 20 de enero.
Israel construyó 26 331 viviendas en sus asentamientos ilegales de Cisjordania entre 2017 y 2020, en comparación con las 10 331 casas que erigió entre los años 2013 y 2016, debido al apoyo irrestricto de la Administración de Donald Trump, según indicó en noviembre la oenegé israelí Peace Now (Paz Ahora).
“El tema principal es que, en primer lugar, [el primer ministro de Israel] Benjamín Netanyahu quiere mejorar su situación interna en base a cambiar la imagen, y en segundo lugar, no olvidemos que la mayoría de los que habitan el territorio palestino ocupado son extranjeros, por lo tanto, es un lindo mensaje para los colonos, ¿no? y esto es lo que él pretende ganarse”, opina Nicola Hadwa, analista de temas internacionales, en una entrevista concedida este lunes a la cadena HispanTV en la que ha abordado las posibles razones que mueven al premier israelí para acelerar sus planes expansionistas en Cisjordania.
En tercer lugar, agrega, Netanyahu “quiere aprovechar para dejar el hecho consumado en su mayor magnitud” antes de que “el megalómano” Trump deje el poder.
El entrevistado ha dicho que hay que olvidarse de la llamada comunidad internacional para que impida al premier israelí terminar materializando sus construcciones en los territorios ocupados palestinos, ya que, según él, dicha comunidad “no existe, es una farsa, es una mentira”.
Es más, ha explicado Hadwa, la llamada comunidad global, conformada por los países occidentales, a saber, EE.UU. y sus aliados europeos, no se esmera en exigir al régimen israelí a cumplir con los principios del derecho internacional, los que se los salta a la torera.
Fuente: HispanTV Noticias
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