Los científicos australianos desarrollan una técnica para reducir a 4 horas el tiempo que toma desvelar el origen de los casos desconocidos de la COVID-19.
Un grupo de científicos de la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW, por sus siglas en inglés) publicó el jueves un estudio en la revista científica británica Nature Communications en el que informa del desarrollo de una técnica de secuenciación genómica, rápida y de gran presión, que disminuiría el tiempo para determinar el origen de los casos, cuyo contagio se desconoce.
Los investigadores se fundamentaron en un método británico de secuenciación de nanoporos para identificar el nuevo coronavirus en los casos en que el origen no es claro a través de una reconstrucción de su historia evolutiva.
La secuenciación del genoma puede ayudar en la monitorización de los pequeños cambios que se producen en el virus a escala nacional o internacional, y así comprender de mejor forma cómo se propaga el patógeno.
Australia ha contenido en gran medida las cifras de contagios y fallecidos por la pandemia, poco menos de 28 000 contagios y 908 fallecidos desde el brote, en comparación con otros países desarrollados.
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